Feriados Largos: Una maniobra de los gobiernos para desprestigiar a los trabajadores del Estad

Los llamados feriados largos –compuestos en algunos casos por 3 o 4 días– son una herencia del gobierno del presidente Alejandro Toledo Manrique. Se crearon, disque, con la intención de que el habitante peruano contribuya, con lo que gasta en este tiempo, a dinamizar la economía nacional, pero, al mismo tiempo, a alimentar su amor por lo nuestro, conociendo y disfrutando nuevos rincones de este hermoso terruño llamado Perú.

Lamentablemente, y como se han encargado de demostrarlo con cifras algunas autoridades nacionales, el objetivo de dinamizar la economía no se ha cumplido del todo, sobre todo en los últimos años, donde el poder adquisitivo del peruano promedio u emergente ha disminuido o está empeñado para cumplir con las clásicas y siempre mortificantes responsabilidades de lo que significa tener una moneda plástica y por ende un mayor endeudamiento por la baja capacidad adquisitiva. Sin embargo, y pese a que las cifras demuestran que esto de los días libres no ayuda de mucho a la economía, el gobierno de Alan García Pérez y actualmente el de Ollanta Humala Tasso han persistido con la medida e, incluso, se han encargado de incorporarle ciertos mecanismos de promoción que pueden resultar interesantes para algunos o criticables para otros.

Y aún así, se persiste en legislar el ocio de los empleados públicos, a quienes se les obliga a paralizar sus labores con el supuesto de hacer turismo interno. "Turismo interno? Con qué plata, si se nos ha congelado nuestros ingresos. Y las horas no trabajadas en esos días son pagadas con horas efectivas en las semanas posteriores, no son gratuitas pues tenemos que quedarnos más tiempo en nuestros puestos de trabajo".

Por tal ausencia de actividades en las entidades públicas, cada feriado largo no son raros los cuestionamientos, malestar y descontento de la población por la paralización de servicios esenciales como los hospitales, poder judicial entre otros, con la subsecuente calificación de "ociosos" a los trabajadores del Estado; sin embargo los gobernantes persisten en ello con intenciones non santas. 

"Nosotros no lo pedimos. Se nos obliga a paralizar nuestras labores. Finalidad: desprestigiar a los trabajadores estatales ante la opinión pública y mellar la autoestima y dignidad del trabajador y así crear las condiciones para implementar la anti Ley de Reforma del Servicio Civil: una medida draconiana que busca el despido de 500 mil trabajadores que dejará al desamparo de igual número de familias. Se nos quiere quitar además la Estabilidad Laboral y  Derechos Adquiridos". Cosa que ni Toledo ni Alan García lograron en su oportunidad.

Los feriados largos son un atraso y debiesen ser suspendidos definitivamente, como también se debe detener la aprobación de tan nefasta ley.